Publicado en 1747, este relato filosófico de Voltaire combina aventuras orientales con profundas reflexiones sobre el destino, la justicia y la condición humana. Zadig, un joven sabio de Babilonia, atraviesa una serie de pruebas y desventuras que ponen a prueba su ingenio, virtud y resistencia frente a la adversidad. Con un tono irónico y lleno de sátira, Voltaire utiliza la narrativa fantástica para cuestionar la arbitrariedad de la fortuna, las instituciones sociales y los dogmas religiosos. La obra es considerada un ejemplo brillante de la literatura ilustrada, en la que el entretenimiento se convierte en vehículo de crítica filosófica y moral.